Pues se vino el año electoral, finalmente se decidirá si el pueblo de Nuevo León opta por una alternativa en el gobierno del Estado, o si le da el voto de confianza al partido que actualmente se mantiene en el poder –y que llevará ya 12 años consecutivos en el poder, pudiendo alcanzar 18 en caso de un triunfo.
Por un lado, los grupos de siempre por parte del priísmo tradicional: centrales obreras, confederaciones, grupos, etc. En el PAN, cuadros renovados, entusiasmo, no sin señalar que algunos sectores se encuentran reacios a los cambios que se viven al interior del partido.
Como panista, puedo estar seguro de la victoria con los candidatos que lleváremos a las boletas electorales, sin embargo no deja de preocuparme –y por ende, de ocuparme- las artimañas de siempre de un partido acostumbrado a ganar elecciones en base al oportunismo mesiánico de la dádiva, y las triquiñuelas.
En el PAN, acostumbrados a procesos democráticos, aún se realizan precampañas para saber quien encabezará la candidatura por Nuevo León. Dos personas preparadas, de las cuales, quien resulte electo por la militancia enfrentará a la ya “candidata de unidad”, elegida por la cúpula del partido tricolor, encabezada por el presidente de la república.
Muy probablemente, como nunca en los últimos 15 años, el PAN iniciará la contienda con las encuestas en contra, derivado del poder mediático que mantiene el PRI-Gobierno. Cosas tan sencillas como llamar “chapulines” a los albiazules, y señalar como “solicitudes de licencia” las de los tricolores, muestran de manera clara la disparidad de juicio entre un partido y otro.
Considero que es favorable iniciar con las encuestas adversas, y tomarlo como un aliciente para conformar una campaña ganadora. En el 2003 se inició con más del 50 por ciento de preferencia, caso similar en el 2009, y los resultados fueron desalentadores. Este año es el tiempo de las propuestas, de demostrar por qué nuestras convicciones y valores son diferentes.
Vamos a ganar, será una elección cerrada, pero al final la victoria nos acompañará. Pero se requiere de todos. A ganar!
