Santiago, luego de haber perdido en el 2006 la precampaña contra el hoy Presidente Calderón, no logra despegar ni posicionarse entre las bases, ni entre los medios. Cordero, el señalado como "candidato oficial", carece del carisma que históricamente tuvieron otros candidatos presidenciales, como "Maquío", Fernández de Ceballos, Fox o Calderón. Josefina Vázquez Mota, ex Secretaria de Desarrollo Social, ex Secretaria de Educación y diputada federal con licencia, se perfila como la favorita, al menos mediáticamente, pero su discurso carece del impacto que debiera tener un candidato puntero.
Los tres se han mostrado muy institucionales, y en diferentes paneles han dejado ver sus diferencias de manera muy diplomática. Temas como "el moreirazo" o la aparente intromisión del crimen organizado en las elecciones de Michoacán no han aparecido con la fuerza necesaria en sus respectivos discursos.
Es importante mencionar que a lo largo de 12 años, el desgaste en el gobierno panista ha sido evidente. Temas coyunturales como el del SME, las relaciones con Estados Unidos, y algunas reformas estructurales, han sido bien cubiertos por el Gobierno de Calderón. Otros temas, como el empleo, o la seguridad (el gran tema) se quedan como un triste dibujo de lo que el Presidente tenía contemplado para este sexenio.
Del mismo modo, vemos cómo el sistema político mexicano cuenta con candados de origen, al grado que casi ninguna reforma estructural ha salido avante, debido a la polarización de las facciones, y por ende, su politización con fines particulares.
Efraín González Luna decía: “hasta ahora, nuestros gobiernos se han dedicado a cerrar caminos de colaboración y a no hacer ellos mismos nada efectivo para solucionar esos problemas. El exclusivismo sectario ha prevalecido sobre toda otra consideración y el dolor del pueblo no cesa, no disminuye, no se ilumina siquiera por una verdadera esperanza. Hará un gran bien al país el estadista que por fin declare deber y derecho de todos la redención espiritual y material de los mexicanos; el gobernante que suprima barreras, prohibiciones, incapacidades, tan absurdas como criminales"
Sostengo que existe una deuda del panismo con la sociedad, en cuanto a separarnos del sistema que tanto tiempo criticamos. No deseamos perpetuarnos en el poder sólo por el poder, sino convencidos de que somos la mejor opción para gobernar. No creemos en super-hombres, no es tiempo de "uno solo" que cambie el rumbo de una nación. La ignorancia alimenta el auge de los autoproclamados nuevos próceres. No debemos cometer el error de juzgar la historia en tiempo real, será el tiempo quien nos brinde esa herramienta.
Hoy es el momento de sumar: veo con tristeza en mi estado, Nuevo León, como panistas añejos, orientados a las cúpulas de poder antiguo, se alejan del partido por no comulgar con la manera en la que se realizan las cosas hoy día. Ojalá no fuera así, hoy se requiere, más que nunca, de la labor de todos. El tiempo nos ha vuelto más pragmáticos, para bien o para mal, pero sobre todo porque sabemos que se requieren cada vez más herramientas para vencer a un partido que a lo largo de la historia albiazul, no juega limpio. Tiene un aparato presto para ser utilizado, y nosotros solo contamos con el micrófono y el perifoneo, y la simpatía de los fieles ciudadanos que sin pedir nada a cambio, sudan la camiseta, sintiéndola incluso más que muchos de adentro.
Hoy se requieren todos. Nadie sobra.
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