Esta semana que recién culmina, estuvo en el Senado de la República el debate sobre la transparencia, rendición de cuentas y democracia sindical. El tema cobra relevancia, luego de muchos años en que los temas en materia laboral se han mantenido en el cajón, sin movimiento. En una sesión maratónica, el PAN y los partidos de izquierda sacaron adelante los temas, que ahora serán discutidos por la cámara baja.
Quedó al descubierto los oscuros intereses del PRI dentro del sindicalismo mexicano, ya que -si bien es cierto que aprobaron lo correspondiente a la transparencia sindical- se negaron a votar a favor de la democracia sindical, ya que mantienen cotos de poder en un gran porcentaje de los grandes sindicatos del país. La democracia sindical traerá -bien aplicada, por supuesto- la eliminación de personajes que se han perpetuado en el poder de sindicatos como el SNTE, PEMEX, IMSS, por mencionar algunos.
También es de reconocerse -para mal, las acciones de algunos senadores, como Layda Sansores, que se encontraba jugando en su IPAD mientras se discutía este importante tópico, o la Senadora por Nuevo León, Marcela Guerra, que estaba brindando datos de efemérides y realizando concursos.
Si bien es cierto que esta reforma parcial es perfectible, también lo es que es un punto de partida respecto al estancamiento legislativo que existía. Esta nueva legislatura trae un vuelo importante, al parecer sus integrantes tienen mayores "tablas", y la mayoría de las reformas que requiere el país son con carácter de urgente, por ello va nuestro reconocimiento a aquellos que se pusieron las pilas y están construyendo país.
Ahora la pelotita está en la Cámara de Diputados, quienes decidirán si envían la minuta tal como está al Ejecutivo, o si la rechazan y la devuelven al Senado.
Es por México...
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